El sistema energético y los cuerpos no materiales.
- Resumen extraído del gran libro de los Chakras
- 10 mar 2016
- 3 Min. de lectura

La mayoría de las personas consideran el mundo de la materia, y por tanto, el cuerpo físico como la única realidad, pues es el único que pueden percibir a través de los sentidos y captar con el raciocinio. Sin embargo al ojo clarividente se le abre un sinfín de estructuras energéticas, movimientos energéticos, formas y colores que se hacen visibles dentro y alrededor del cuerpo físico.
Una ley física afirma que en el Universo la energía no se destruye, sino que se transforma en otras formas de energía. La energía que actúa detrás de la manifestación material del cuerpo y sus funciones y capacidades está compuesta por un sistema energético complejo sin el cual no podría existir el cuerpo físico. Este sistema energético está formado por tres componentes fundamentales
1- los cuerpos no materiales o energéticos.
2- los chakras o centros energéticos.
3- los nadis o canales energéticos.
Los nadis (del Sánscrito nadi= tubo/vaso/arteria) constituyen una especie de arterias intangibles. Su función es la de conducir el prana o energía vital a través del sistema energético no material. En el ámbito cultural chino y japonés esta fuerza se denomina Chi o Ki. Representa la fuerte original de todas las formas energéticas y se manifiesta en diferentes áreas existenciales mediante frecuencias distintas. Una de sus manifestaciones es la respiración.
El plano de la consciencia de toda forma viva depende de las frecuencias del prana que puede absorber y almacenar.
A través de los chakras, los nadis de un cuerpo energético están unidos con los nadis del cuerpo energético vecino. Los más importantes son Sushumna, ida y pingala. Los chinos conocen un sistema similar que los denominan meridianos (acupuntura)
En el sistema energético del hombre los chakras sirven de estaciones receptoras transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del prana. Absorben directamente a través de los nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, del entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo y la retransmiten a través de los canales energéticos. Además irradian energía al entorno. Mediante este sistema energético el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos de ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
En general se distinguen cuatro cuerpos energéticos:
El cuerpo etérico
El cuerpo emocional o astral
El cuerpo mental
El cuerpo espiritual o causal
Cada uno de estos cuerpos no materiales posee su propia frecuencia de vibración fundamental. El cuerpo etérico que es el más cercano al cuerpo físico vibra con la frecuencia más baja. Los cuerpos astral y mental poseen a su vez frecuencias mayores y en el cuerpo causal podemos encontrar representados los índices de vibración máximos.
Cada uno de estos cuerpos se asemeja a un baile de energías dentro de su propia gama de vibraciones, en el cual las frecuencias aumentan constantemente a lo largo del desarrollo y perfeccionamiento de una persona. Los cuerpos energético representan portadores de conciencia en determinados planos de vibración, y cuando su índice de vibración aumenta transmiten al hombre energías vitales sensaciones y conocimientos superiores dentro de su ámbito de funciones específico. Sin embargo los diferentes cuerpos energéticos no están totalmente separados entre sí, se interpretan mutuamente mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de frecuencias.
En la proxima entrada detallaremos cada uno de ellos.
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