top of page

Capítulo XI Ser Emprendedor en todas las áreas de la vida.

  • Foto del escritor: Marian
    Marian
  • 18 jul 2021
  • 9 Min. de lectura

“Nos ganamos la vida con lo que recibimos, pero hacemos la vida con lo que damos...”

John Maxwell o Winston Churchill… (da igual.)


Allá por el 2001, cuando me encontré por primera vez con el término emprendedor en la fundación Salvat, me enfrenté también por primera vez a preguntas que no me había hecho nunca, cómo, qué se me daba hacer bien y cuáles eran los logros que había obtenido hasta entonces. Sabía que no podía escribir nada de lo que estaba pensando, lo más “normal” que podía decir era que había salido segunda en una competencia de natación en la secundaria, pero todo el resto se reducía a conseguir dormir a los nenes a la misma hora o al contrario, que no se durmieran antes de comer. Definitivamente para mí un logro era escuchar el silencio de la noche… siempre tuve algo así como una atracción fatal por el silencio. Y al otro día… nuevamente mediar y llegar a un acuerdo porque uno quería el vaso del otro y viceversa, pero el logro real hubiera sido, con nenes de 1 y 3 años, tener vasos iguales. Es difícil contarle a la gente en las discusiones en las que podes verte involucrada y aunque todos los días eran más o menos parecidos, vivía un día a la vez. No había mucho tiempo para preguntas de adultos ni para darme cuenta de que en la inercia de la rutina, dejaba que los días me dijeran lo que tenía que hacer. A pesar de que siempre tuve ideas que me motivaban y todo apuntaba en la misma dirección, mi montaña rusa emocional no me daba tiempo a poner nada en práctica. Mis emociones fueron dueñas de mí hasta los 28 años que toqué fondo y tuve que elegir entre seguir siendo esclava de las emociones y conformarme con la vida que tenía o poner atención en lo que toda mi vida palpitó adentro mío y empezar a derribar las barreras que había entre mis deseos espirituales y el boicot que yo misma me propiciaba, pero que hasta entonces para mí, la imposibilidad de realizarlos era culpa de las situaciones externas. Tocar fondo, a veces, es el único camino de retorno hacia uno mismo. Y cuanto más rápido comiences a desandarlo, mejor.

Hoy, el término emprendedor está un poco mancillado, si bien “desde el punto de vista laboral” es a lo que inclina el nuevo paradigma, probablemente al ser utilizado por las viejas mentes del siglo XX pretende convertirse en un producto estandarizado que fácilmente se encuentra en cualquier góndola de supermercado y como tal es comunicado y publicitado. Si lo trasladamos a los valores que nos venden las marcas, yo diría que si querés bajar 5 kilos, no pruebes con un yogurt, hacete emprendedor. Ahora si lo que querés, es la plenitud y la felicidad “YA” en tu mesa, mejor tomate un vaso de Coca Cola. No sé si se entiende la analogía, pero es el primer punto que tomo en cuenta al oir webinares sobre cómo emprender. Está quien de verdad te cuenta, la parte compleja del proceso, te da herramientas y te acompaña a transitarlo y quien, lleno de ideas vacías te muestra la planilla de Excell con los miles de dólares que ya estaba facturando al mes de iniciar su negocio y las fotos de los viajes que hizo alrededor del mundo gracias a eso… peeeero tenes que pagar para que te de la fórmula. Podría decir que como quien organiza las carreras de los animales que van tras la zanahoria, el objetivo de quien pone la zanahoria no es que el animal se la coma, sino motivarlo para que quiera llegar a la meta, o sea pagar por la fórmula, pero prefiero dejar el juicio de lado, no me consta si es viable o no, al menos para mí, en lo que respecta a ser emprendedor, esperar que alguien te diga que hacer para generar dinero no dista mucho del antiguo paradigma donde necesitábamos que alguien nos diga que hacer y nos paguen por eso y justamente el cambio radica en dejar de mirar para afuera como si las expectativas de otros tuvieran que ser las mismas para todos, dejar de buscar la zanahoria y empezar a oír hacia dentro que tenemos para decirnos.

Un libro y metáfora excelente para entender, primero cómo funcionamos ante el cambio de paradigma, es quien se ha llevado mi queso? En el punto actual de no asumir un cambio de situación resulta más fácil entender cómo otro no es capaz de verlo, pero para que haya transformación, es preciso aplicar la ley del espejo y entender en qué punto nosotros nos aferramos a lo que no es, el otro es solo la imagen. Aplicable a todos los aspectos de la vida, pero en cuanto a lo laboral, ya sea emprender tu camino o transformarte incluso dentro del proyecto de otro, lo que se pretende no es justamente estandarizar una forma de ganar dinero, sino ofrecer un valor diferente, sea donde estas o creando el tuyo, descubrir que es lo que sos capaz de hacer mejor que nadie. Resulta paradójico, que por una vez en la historia de la humanidad, la vida, las condiciones, nos invitan a ser libres para ser lo que queremos ser y nos aferramos a un modelo que hizo feliz a muy pocos... un poco la gata Flora…

El problema de la falta de dinero, es una consecuencia, no una causa y como decía Einstein no podemos solucionar un problema al mismo nivel de conciencia que lo creamos. El error en la pregunta, una de las más buscadas en google, ¿Qué puedo hacer para generar dinero? Es poner el foco en el dinero y no en el hacer. “En el principio fue el verbo”… Después el verbo se materializó y se hizo carne.

Pero los seres humanos queremos soluciones mágicas, todo ya, no queremos pagar el precio de nada, lo que incluye las consecuencias de nuestros actos, queremos ganar sin arriesgar, queremos recibir pero damos solo con el foco puesto en el interés de lo que recibimos…

Comprobación empírica: No invierta más tiempo y dinero usando distintas cremas para conseguir elasticidad, vitalidad, humectación bla bla bla… Con esta fórmula única (solución mágica) pierda 10 años en una semana (rápido), si llama ya, con un 95% de descuento (precio) y además satisfacción garantizada o le devolvemos el dinero (es decir que si sos un pelotudo no pagas las consecuencias, no arriesgaste nada) Es increíble pero vende… eso a la gente le encanta. Pero no es que la publicidad tenga la facultad de persuadir mentes, sino que conoce a su cliente y sabe lo que quiere. Punto clave de todos los talleres para vender en redes sociales: “conozca a su cliente ideal” Lo que trasladado al ámbito del emprendedorismo, es de entender que resulte más tentadora la oferta de ganar miles de dólares en un mes, con la formula fácil, sin esfuerzo, sin horarios, sin jefes y viviendo la vida que siempre imaginaste, primera mentira de todas, porque además de ser muy muy pocas las personas que de verdad se atrevieron a planificar una vida, la vida nunca es lo que imaginaste, la vida es la que es, resultado de la acción y/o la pasividad de todos, generaciones y generaciones... y me atrevería a firmar que si hoy no tenes la vida que te gusta incluso con miles de dólares, mañana tampoco vas a tenerla. Rara vez lo que no te deja dormir es el colchón y el punto clave por el cual un espacio de tu vida no alcanza la plenitud, suele ser el mismo en todos los demás. Donde estoy hoy es la consecuencia de mis decisiones y acciones del pasado que probablemente ni se cuándo se generaron y la forma de obtener resultados distintos a los que hoy no me gustan, es revisar y hacer algo distinto en el presente para que el futuro no sea el mismo del que hoy me estoy quejando. Que historia hay detrás de cada excusa, en cuantas áreas de nuestra vida nos contamos el mismo cuento.

Lo que de verdad importa es deshacerse de todas las ideas que nos dieron acerca de las cosas, la vida, el otro, el dinero, las emociones, la verdad, el amor y la muerte. Y empezar a preguntarnos, de verdad con el corazón sin juzgar y sin excusas, cual es nuestra verdad y construir un proyecto en torno a eso. Todo lo que ocurre en el mundo externo, tiene origen en el mundo interno, si no trabajo en mí, nunca voy a poder cambiar las consecuencias externas. Pero la realidad, es que la mayoría sigue optando por las fórmulas mágicas y el camino del autoconocimiento suele elegirse cuando se tocó fondo y ya no se puede ir más abajo. Y esto se traslada a todos los aspectos de la vida, el dinero es intercambio de energía, las relaciones son intercambios de energía, es triste pero real, que la mayoría de las relaciones estén basadas en intereses, en lo que me puede aportar el otro, en lugar de lo que yo puedo darle, como en el trabajo, rara vez escuché que alguien que pidiera aumento de sueldo, preguntara que más te puedo aportar para ganar más. La mayoría cree en el derecho inalienable de recibir sin querer dar nada a cambio. La pregunta cómo puedo hacerlo mejor es una de las que pocos se hacen porque pierden el tiempo pensando cómo deberían hacerlo mejor los otros para que “yo esté conforme”

Nunca imaginé una vida sin proyecto, el significado etimológico es lanzar hacia adelante, buscar la dirección e ir en busca de esos resultados, da igual si se trata de un proyecto comercial, de una relación o de la vida misma. No se puede armar una sociedad ni una pareja con proyectos u objetivos diferentes. La meta de un proyecto exitoso depende de que tan bien nos formulemos la pregunta inicial. Si me pregunto ¿qué puedo hacer para generar dinero? Y esa es la meta, puede que gane dinero pero que no sea feliz haciendo lo que haga. Si el objetivo es encontrar pareja para llenar un vacío en lugar de una persona con quien compartir valores y un proyecto en común, lo más probable es que los deseos de ambos terminen frustrados luego de la lucha de poder tratando de venderle al otro el proyecto de uno. Incluso echarle la culpa al otro de los años que perdí sin poder convencerlo. Si en lugar de buscar una dirección en mi vida basada en mis deseos lo hago teniendo en cuenta los parámetros sociales sobre lo que significa ser feliz o exitoso, lo más probable es que nunca lo sea. Si pienso que debo hacer algo, digo lo que quieren escuchar y hago algo que no tiene coherencia con lo que pienso, ni con lo que digo ni con lo que quiero, no puedo quejarme ni echarle la culpa a nadie de los resultados.

Para plantearme el futuro debería preguntarme que quiero, si no sé a dónde quiero ir, como voy a esperar llegar a algún lugar? Aunque parezca obvio poner una dirección en el google maps para elegir la línea de colectivo que vamos a tomar, está naturalizado quejarse del destino al que llegamos sin habernos dibujado el trayecto de hacia dónde queríamos ir. Pero tan importante como preguntarme adónde voy, es plantearme cuanto estoy dispuesto a invertir para llegar a donde quiero, porque si llego a la puerta de embarque de un vuelo a Australia, pero mi pasaje dice laguna de Chascomús, no puedo enojarme con el comisario de abordo si no me deja subir. Tampoco con el vendedor de pasajes, si en lugar de decirle el destino que quiero, le digo a cualquiera menos a este. No hay mayor derroche de energía que esperar que una situación cambie por sí misma, esperando no tener ninguna responsabilidad activa en el proceso, no queriendo arriesgar ni dar nada a cambio. Hay que ser lo suficiente sincero para decirse cuanto quiere una algo y que está dispuesto a dar para conseguirlo. De verdad nunca entendí porque a la gente le cuesta tanto dar y tan poco pedir.

La pobreza material que hay en el mundo es el resultado de la pobreza espiritual. Todo lo que se genera en el mundo material, primero fue generado en el mundo mental.

Tanto si gusta como si no todo en el Universo, como en la naturaleza funciona con un orden. Nadie puede venderte la fórmula para parir en dos meses ni para convertir el invierno en verano, ni para cambiar las mareas o los ciclos de la luna. Nadie puede plantar papas y esperar cosechar palmitos, probablemente incluso a nadie le interese plantar un árbol de palmitos, porque los frutos los recogerían recién sus hijos o sus nietos. Y esos son los resultados colectivos que obtenemos por lo que dimos en el pasado. Un planeta que a vistas de los ecologistas solo tiene 10 años para revertir el proceso de egoísmo que supimos construir entre todos. Como dice Paulo Coelho, “Todo es una misma cosa”

Emprender va mucho más allá de generar un ingreso para vivir, es liderarse a sí mismo en todas las áreas de la vida, encontrar nuestro punto de referencia, no en referencia a objetos externos, eso solo se consigue en comunicación con nuestra propia alma, como dice Deepak Chopra acerca de la ley del Dharma o propósito en la vida, si estamos influidos por cosas que están fuera de nuestro yo, circunstancias, personas y cosas que nos rodean, vivimos según la referencia al objeto, buscando la aprobación de los demás y con la necesidad de controlarlo todo, con el foco puesto en el temor, cuando vivimos en comunicación con nosotros mismos, confiamos en la vida porque sabemos que somos parte de ella, no tenemos necesidad de juzgar ni de preocuparnos porque cuando no luchamos contra todo el Universo todo sucede espontáneamente. Termina con una cita de, En el arte de soñar, don Juan le dice a Carlos Castañeda: "Gastamos la mayor parte de nuestra energía sosteniendo nuestra importancia... Si pudiéramos perder parte de esa importancia, nos sucederían dos cosas extraordinarias. Una, liberaríamos la energía que se mantiene atada alimentando la idea ilusoria de nuestra grandeza; y dos, nos proveeríamos de suficiente energía para vislumbrar la grandeza real del universo".



Capítulo XII: El termómetro de las relaciones

 
 
 

Comments


FOLLOW ME

  • Facebook Classic
  • c-youtube
  • LinkedIn - Círculo Negro
  • Facebook - Black Circle
  • YouTube - Black Circle
  • Instagram - Black Circle

© 2023 by Samanta Jonse. Proudly created with Wix.com

bottom of page