Chakras
- Marian
- 23 abr 2016
- 2 Min. de lectura

Chakras (sánscrito = rueda de luz)
Sus formas parecen la de conos, embudos o remolinos giratorios actúan como conductores de energía que se mueven a través de todas las capas de aura. En el cuerpo apenas existe algún punto sensible que no sea para la recepción, transformación y retransmisión de energías. Aunque son 7 los principales, existen aproximadamente 40 chakras secundarios y según la tradición se dice que mas de 80000 que cumplen un papel subordinado en el sistema energético.
Estos centros energéticos se amarran a nuestros cuerpos físico y sutiles y nos sirven para recibir y trasmitir energía, es decir compartir nuestra energía con el mundo que nos rodea.
Cada Chakra o centro energético está ligando a un elemento y se corresponde con una serie de cualidades y sustancias. Cada Chakra resuena con un color, con una nota musical, tienen afinidades con determinados minerales, piedras preciosas e incluso plantas.
Los chakras comprenden diferentes niveles de conciencia actividad y carga energética. Por ejemplo el Chakra raíz es rojo y posee una vibración muy densa, influye en la capacidad de estar presentes en nuestro cuerpo y produce la fuerza vital que necesitamos para vivir.
Los tres chakras inferiores se consideran dentro de la categoría de energía magnética mientras que los 4 chakras superiores son de naturaleza eléctrica.
Los tres chakras inferiores son conocidos como chakras femeninos y su función es específicamente receptiva. Toman la energía de la tierra y del entorno inmediato. Establecen un vínculo entre los seres humanos y la madre tierra, y los acontecimientos que nos relacionan con la familia, un grupo, etc… Estos chakras también se ocupan de nuestra capacidad de dominar nuestros instintos y haciendo uso de la energía ancestral heredada para mantener nuestra fuerza vital. Portan igualmente los patrones responsables de la enfermedad y la salud, así como el valor, la astucia y la prudencia que necesitamos para sobrevivir.
Los 3 chakras superiores se conocen también como los chakras masculinos. Se asocian en primer lugar al hecho de que dan energía en forma de amor, comunicación comportamientos saludables y de reflexión interior. Nos vinculan con el origen y se activan en el momento en el que nosotros nos convertimos en seres espirituales y adquirimos la capacidad de amar.
El 4° chakra, el del corazón, hace de puente conectando el mundo físico con el espiritual.
7° Chakra de la corona (Sahasrara)
6° Chakra de la frente (ajña)
5° Chakra de la garganta (vishuda)
4° Chakra del corazón (Anahata)
3° Chakra del plexo solar (manipura)
2° Chakra del sacro (Swadhisthana)
1° Chakra de la raíz (Muladhara)
El lenguaje del plano espiritual son los símbolos, las metáforas, las parábolas y por supuesto los arquetipos, Jung fue el primero en usar el término para hablar del inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo es como un gran mar donde el tiempo no existe y donde todos y todo co-existimos formando parte del todo. El mapa se encuentra en nuestro cuerpo en lo que en la antigua sabiduría hindú conoce con el nombre de chakras o discos de energía electromagnética. A través de estos discos se conecta el plano físico al plano de energía espiritual
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