Principios del Reiki
- Marian
- 9 ago 2016
- 5 Min. de lectura

1 - Al menos por hoy: viviré en actitud de agradecimiento
Siempre siéntete agradecido por aquello que tenemos como aquello que sabes que tendrás.
Nuestro estado normal es de autosuficiencia y abundancia, viviendo en gratitud puede cambiar el círculo vicioso de la falta por el círculo vicioso de la abundancia.
La energía vital universal no se confunde jamás. Y la experiencia del reikista le brinda múltiples testimonios de la afinación que existe a nivel universal. Los conflictos interpersonales y los trastornos somáticos son consecuencia de la desafinaciones personales. Estar vivo es una bendición de las potencialidades infinitas que sin cesar hacen que el cosmos sea una especie de danza celebrando la transparencia.
Dar gracias no es algo que se practica como reconocimiento de algo que hemos recibido de otra persona. Cuando se da Reiki se está agradeciendo el don imponderable de la sabiduría celestial. Independientemente del nombre que cada cual utilice para identificarla.
Así como ser compasivo no es apenas tener actitudes de bondad y tolerancia hacia alguien, sino mantener encendida en el alma una llama constante de elevación vivencial, así el agradecimiento es un estado de armonización constante. Se agradece el alimento, el aire, la luz, la inocencia, la piedad, el amor, la lealtad. Simplemente por medio de una plegaria interior: Gracias por brindarme este privilegio.
2 - Al menos por hoy: no me preocuparé
La preocupación resulta de un sentimiento de estar separado del todo universal. No interfieras con el tiempo universal en la vida. Vive cada día con tu mejor habilidad y todo lo demás estará cuidado.
Esta actitud no debe confundirse con la indiferencia. Tampoco con una especie de venda sobre los ojos. La preocupación a la cual se refería el Doctor Usui se refería tanto a las situaciones que resulta imposible de modificar, como a la imposible tarea que alguna gente emprende cuando trata de organizar las actitudes de los demás.
Hay una gran diferencia entre el preocuparse como una forma de la angustia desgastante, y el pre-ocuparse de estar siempre a tono con las exigencias de la vida en común.
Solemos aferrarnos a causas perdidas en vez de centrar nuestras energías en hacer fructificar los sectores fértiles de nuestra realidad personal y convivencial. cualquier evento complicado nos pega porque somos criaturas sensibles, pero si uno se ha ocupado de tener un orden su jardín emocional, no corre peligro de que lo vandalicen las plagas. Reiki es un camino de plenitud y libertad.
Pre-ocúpate, nadie hará por ti lo que tienes que hacer.
3 - Al menos por hoy no me enojaré
El enojo es el resultado de sentirse fuera de control; cuando te enojas estate consciente de tus reacciones y también siéntete agradecido por haber tenido la oportunidad de ver tu debilidad. No te sientas culpable por experimentar el enojo.
Entre el disgusto moderado y la ira descontrolada que todo el mundo experimenta ante las diferentes contrariedades que se presentan en la vida diaria, hay matices de infinita variedad y calibre. El no enojarse emana de una disciplina constante, no de una orden mental. Y no es algo que se practique en situaciones irritantes, sino que constituye una manera de existir.
Cuando el Dr. Usui dio forma a los preceptos Reiki, basados en las sabias orientaciones del emperador Meiji, propuso un estilo cotidiano de vida. que consiste estrictamente en no volverse un eco de las desafinaciones circundantes.
Las travesuras de un hijo o la palabra hiriente de un vecino son situaciones inevitables del hecho de vivir. Es menester prepararse con anterioridad al momento en que cosas así o similares impacten la propia sensibilidad. Reiki no es apenas el momento de canalizar conscientemente la energía vital universal, sino una manera de ser y estar en el mundo.
Desde el momento de levarse hasta la hora de ir a dormir, e inclusive durante el sueño, es preciso serenar la mente. Ya sea meditando o mediante ejercicios respiratorios. Es como adquirir un ritmo, una fluctuación armónica de los sentidos humanos que ayuda a no caer en conflictos vanos.
4 - Al menos por hoy: Haré mi trabajo honestamente
Ser honesto con uno mismo encarar la verdad en todas las cosas. La verdad trae claridad. Honestidad con uno mismo proyectará honestidad en los otros.
El trabajo que realizas es una parte de ti mismo, de tu energía vital, que cedes al mundo y a la colectividad en que vives en forma de actividad física o intelectual.
Primero debes amar lo que haces. Si no te es posible realizar una actividad de tu elección, deberás cambiar de actitud respecto de lo que haces, de forma que tus actividades se conviertan en tareas dignas de tu aprecio y de tu amor.
No existen unas tareas mejores que otras, lo único que existen son actividades, tareas o trabajos en sí mismos, y los que les da más o menos valor para ti es lo que tú piensas sobre ellas. Por ello, si modificas tus creencias hacia tu trabajo, puedes pasar de una situación decepcionante a un nuevo estado de satisfacción, alegría y amor hacia lo que haces.
Una de las consecuencias de amar nuestro trabajo es que después lo realizamos honradamente, lo que supone hacerlo en base a los principios básicos de amor a ti mismo y a los demás, aportando luz y claridad a todas las otras áreas de la vida.
Si somos honrados con nosotros mismos y con los demás y actuamos asumiendo la responsabilidad por nuestros actos, desarrollamos una existencia armoniosa y aumenta nuestra autoconfianza y la seguridad en nosotros mismos. Entonces transmitimos coherencia y sinceridad a nuestras relaciones con los demás y viviremos alineados con el propósito de nuestro Yo Superior.
Honestidad y honradez son palabras que usamos muchísimo, no siempre con pleno conocimiento de lo que verdaderamente significan. Ser honrado no tiene nada que ver con la moralidad o con ser bueno o virtuoso. La honradez es un acto de amor hacia nosotros mismos. El principal valor de la honestidad está en que cualquier cosa que demos en la vida.
5 - Al menos por hoy: demostraré respeto y amor por todos los seres vivos
Somos todos de la misma fuente y somos interdependientes. Demostrar amor y respeto por todos los otros es amar y respetar a uno mismo y nuestra madre tierra.
Con Reiki aprendemos a sumergirnos en el latido insobornable del universo, que actúa simultáneamente en el núcleo de las células y en la órbita de los planetas. Los tiempos en que nos toca vivir no son fáciles. Esta época abunda en desafíos intimidantes porque no fuimos preparados para un mundo de cambios vertiginosos. Antaño, las estructuras sociales se proyectaban a lo largo de décadas. Ahora su solidez se mide en semanas y meses.
¿Que entendemos por bondad?
Esta es una pregunta crucial que tendríamos que formularnos varias veces por día. En general el término se ciñe a una inclinación natural para hacer el bien. Pero no constituye apenas un criterio de conducta, sino también se refiere a cuestiones de actitud. Por ejemplo en medio de una calle peatonal todo todo el mundo circulando rápido con cara de perro. desplazarse con una amplia sonrisa y mirando a los otros a los ojos con la mejor onda, es también un modo sutil de Reiki. Siempre habrá alguien que mas tarde o mas temprano reciba ese mensaje de bondad. Es indispensable inventar modos irresistibles de la bondad, mas allá de las palabras. Porque como la luz tiene un poder ilimitado de conmoción, revelación y comunión.
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