“El Arte de la Meditación Consciente"
- Marian
- 26 sept 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 19 jul 2020

Me atrevería a definir el hábito de la meditación como el arte de la alquimia, el solo hecho de silenciar tu mente y limitarte a escuchar una voz que dirige tus pensamientos transforma tu manera de ver las cosas y aunque para ser sincera no creía que los pensamientos pudieran cambiar la realidad, tengo que admitir que es mágico. A principio tenes que luchar con esos viejos patrones que quieren volver a tu cabeza pero poco a poco la nueva realidad te va mostrando que no hay lugar para esos pensamientos y cada vez resulta menos difícil entregarse incondicionalmente a la incertidumbre, dejar que las cosas pasen como y cuando tienen que pasar sin llenar la cabeza de expectativas y preocupaciones futuras y eso también incluye aceptar mi condición de ser humana que implica tener emociones, miedos, deseos, estar triste, enojada o pelearme con mis propias contradicciones, al tiempo que vivo entre iguales que también están peleando con las suyas o quizá, viviendo otras realidades y no siempre compartimos el mismo concepto sobre una misma cosa. Las experiencias nos van transformando y cada quien lo asimila como puede. Me costó mucho aceptar las emociones que no me gustaban, aun creyendo que lo que siento es lo único real. Me costó aceptar que la vida no es éxtasis todo el tiempo, que no siempre fui el tipo de persona que quiero ser, que incluso, muchas veces fui lo que no quería. Que a veces digo cosas que no siento o no digo las que siento y ambas culpas me puede seguir por días... Construirse es un trabajo diario, caer no significa retroceder, aceptarlo es el primer paso para poner atención y crear un nuevo habito. Creo que sin darnos cuenta para definirnos nos movemos entre las polaridades de lo que somos y lo que no somos como si los opuestos no pudieran integrarse, como si necesitáramos de etiquetas para existir… Pero esto solo es mi experiencia, mi recorrido en la búsqueda del reencuentro conmigo misma, se puede mostrar una técnica pero nadie te puede decir lo que vas a ver, ni lo que vas a sentir, cada encuentro es diferente. Para quien no tiene el hábito, puede que sea conveniente empezar con meditaciones guiadas, ya que el hecho de poner la atención en una voz que nos va llevando puede resultar mucho más fácil para alejar los pensamientos que se nos vienen a la cabeza, con el tiempo y con la práctica, podemos utilizar música o la luz de una vela como único punto de atención. Desde mi punto de vista el resultado no depende de qué técnica usamos, sino de elegir la que cada uno sienta que es la correcta.
Prepararnos para la meditación:
1- Asegurarse de que no vamos a ser molestados. Aclimatar y aromatizar la habitación (por ejemplo, yo elegiría un sahumerio dulce en invierno y uno cítrico en verano). Pueden utilizar el video que adjunto o cualquier música acorde que les resulte agradable y no les distraiga, o bien también puede realizarse en silencio. Colocar una colchoneta donde poder recostarnos cómodamente.
2- Meditación 1
*En posición Savasana (foto al pie), dejamos los pies ligeramente abiertos y los brazos apenas separados del cuerpo con las palmas de las manos hacia arriba.
*Cerramos los ojos y centramos la atención en la respiración, en el proceso inspiración – espiración visualizamos como el aire que entra va purificando desde lo más externo del cuerpo físico (nariz, garganta, pulmones, el cuerpo entero) a lo más interno (las células y cada átomo del cuerpo) Inspiramos aire limpio y espiramos (visualizamos un humo gris) sacando toda la negatividad de nuestro cuerpo, y en cada exhalación sentimos que estamos cada vez más relajados.
* Nos dejamos llevar por la música y nos olvidamos del cuerpo.
* Al finalizar la música y antes de abrir los ojos, vamos trayendo suavemente la conciencia al cuerpo, permanecemos unos minutos relajados y a la cuenta de 7 abrimos los ojos.
3- Meditación 2 (para desbloquear los chakras y conectarnos con nuestro ser superior)
Sin perder el estado de relajación anterior, nos sentamos de forma cómoda en la colchoneta con la espalda recta, la cabeza y el tronco erguidos y las piernas en posición de medio loto, (con el pie izquierdo bajo el muslo derecho metiendo el pie derecho bajo el muslo izquierdo) elegimos el mudra del amor que podría servirnos para esta ocasión (Juntando las palmas de las manos y apuntando los pulgares a la altura del Chakra del corazón.)
Pueden elegir para acompañar una música con sonidos de la naturaleza.
Hacemos 3 respiraciones profundas y visualizamos que estamos en una verde pradera junto a una cascada. A algunos metros se abre un bosque con frondosos árboles. Llevamos todas las sensaciones al cuerpo, acariciamos suavemente el césped húmedo aún por el rocío. Los primeros rayos de sol de la mañana nos dan de lleno en el cuerpo y en la cara poniendo en equilibrio la temperatura al sentir la brisa que nos llega por la cascada. Tomamos una respiración profunda y sentimos el aroma que nos llega del bosque, escuchamos el sonido del agua contra las rocas, todo está en armonía, nos sentimos en calma y en paz.
Visualizamos una esfera plateada en el cielo que nos envía un rayo de plata que entra por nuestra coronilla y recorriendo nuestra columna vertebral a gran velocidad va dejando una estela de luz plateada que sale por el Chakra raíz hacia el centro de la tierra. La misma regresa y penetra por los pies transformándose en un rojo intenso al llegar al Chakra Raíz, esta luz se expande atravesando nuestro cuerpo físico y nuestra aura. Sube a nuestro segundo Chakra, unos cm por debajo del ombligo, ahora la luz es un naranja brillante, comienza a expandirse también por nuestro cuerpo y continúa viajando hasta el plexo solar donde un amarillo brillante se expande fuera de nuestro cuerpo hasta fundirse con los rayos de sol. Continuando su viaje esta luz llega a nuestro Chakra corazón transformándose en una luz verde esmeralda brillante e intensa que también se expande alrededor de nuestro cuerpo energizando toda nuestra aura y sellando toda ruptura que cualquier energía de baja vibración pueda haber provocado. Continúa hasta el 5 Chakra, el de la garganta, con una luz azul intensa que se expande iluminando cualquier bloqueo que impida fluir una correcta comunicación de nuestras emociones, sube al entrecejo, donde una luz violeta va despertando la intuición y transformando la percepción que tenemos errónea de la realidad. Finalmente una luz blanca brillante llena todo nuestro ser y sale por la coronilla atravesando nuestro 8° Chakra, unos centímetros por sobre nuestra cabeza para fundirse nuevamente con la esfera plateada donde se encuentra con nuestro yo superior. Una vez alineados, en completa armonía y comunión con nuestro yo superior, podemos pedirle consejo sobre algún asunto que necesitemos resolver. Si no conseguimos ver inmediatamente la respuesta, puede que esta se manifieste en algún otro momento, llamando de alguna forma nuestra atención, para esto debemos practicar la atención siempre en el momento presente.
Permanecemos un momento sintiendo la calma y trayendo las sensaciones al cuerpo que nos van devolviendo al lugar donde estamos y a la cuenta de 7 abrimos los ojos.

Postura Savasana, también llamada posición del cadáver o posición de reposo
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