CAPITULO I "INTRODUCCION AL SADO" (no apto para personas sensibles y amantes del status quo)
- Marian
- 14 mar 2021
- 7 Min. de lectura

"INTRODUCCION AL SADO"
Cuando crecemos, tendemos a dar por hecho que el mundo es como es y que la vida consiste simplemente en vivir cada uno su vida en este mundo. -Intenta no darte demasiado contra las paredes... Intenta tener una bonita familia, divertirte, ahorrar algo de dinero.- Esa es una vida muy limitada. La vida puede ser mucho más amplia, una vez que descubres un hecho sencillo. Y es que todo cuanto te rodea y que tú llamas vida lo ha inventado gente que no es más inteligente que tú. Y tú puedes cambiarlo. Puedes influir en ello… Una vez que hayas comprendido esto, ya nunca serás el mismo.
— STEVE JOBS
Sé cómo se ven los yuyos quebrando el cemento del piso e incluso los ladrillos de las paredes, lo veo por mi casa todo el tiempo, es lo más salvaje que puedo permitirme por ahora y volando un poco, imaginarme en unos años el fondo convertido en el amazonas colgándome de las lianas para llegar al baño… que está afuera, al fondo, pero a la izquierda. Hay gente que no le gusta, supongo que porque no puso su atención en el poder que está mostrando la naturaleza, muy a pesar de los intentos del hombre por esconderla en el nombre del progreso, aun cuando después la busque para desconectarse. De hecho, si no lo viéramos, imaginar que un tallito delgado y una pequeña hoja son capaces de quebrar y brotar a través del cemento, sería absurdo. Lo que a mi manera de ver nos está queriendo decir es que lo único imposible es lo que no consigue trascender nuestras limitaciones.
Cuando somos niños, todo parece posible, nacemos con esa capacidad de creer en todo, no importa lo que imaginemos ser en un futuro, lo visualizamos y por ninguna razón se nos ocurren los posibles obstáculos que podrían alterarlo. Lo malo de creer en todo, es que eso incluye a los padres, a la escuela y a todo el entorno de voces que puede tener un niño impidiendo que escuche su propia consciencia. Un entorno que aunque no es feliz y es totalmente disfuncional, sí sabe lo que es mejor para el niño… Los padres se amparan en el hecho de prepararlos para el futuro y si de verdad tienen la bola de cristal, no entiendo porque viven tan preocupados. Hace 50 años quizá no vivíamos un ritmo de cambios tan acelerado, pero hoy, es imposible predecir y si le enseñas, en base a lo que aprendiste, por mejores que sean las intenciones, probablemente lo estés preparando para el pasado. La pequeña plantita, tuvo la suerte, de que nadie le dijera que era muy débil para partir el cemento, pero para nosotros aprender de cuanto somos capaces, a veces, es un largo camino que muchos incluso, prefieren no transitar.
Y así como si los cimientos de una casa no son seguros, hay que demoler para construir algo que valga la pena, para convertirse en lo que uno quiere… pero lo que quiere realmente, hay que desaprender todas las verdades que nos enseñaron y averiguar cuáles son las nuestras. Eso no lo dije yo, ya lo había dicho Descartes con otras palabras, allá por el 1600, fue una de las pocas cosas coherentes que dijo fuera de los efectos de las hierbas, porque con el “pienso, luego existo”, dejamos de confiar en la intuición, le dimos el poder a la razón y nos complicó la existencia.
Como para cambiar el mundo sabía que iba a necesitar tiempo, hice rápido toda mi tarea y cumplí rápidamente con el mandato social de casarme y tener hijos, lo de estudiar y esas cosas tuve que postergarlo por algún tiempo, por suerte para mí porque para cuando lo hice ya no podían moldearme las instituciones y digo para mí, porque no creo que los profes opinen lo mismo.
A principios del 2001, con solo 22 años y luego de 3 años intensos como ama de casa y 2 niños pequeños quise retornar al mundo laboral, me sentía extraña interactuando con adultos, insegura hasta para tener una conversación. Para ese entonces, sentía y pensaba que volver de esa vida era algo así como la evolución del hombre primitivo y salvaje al homosapiens actual y “civilizado”. Con el tiempo, cuando entendes que todo es una misma cosa, te das cuenta, que nadie está mejor capacitada, que una madre y ama de casa para resolver conflictos, en cualquier área y con escasos recursos. Pero en ese momento no lo vi. No recuerdo como me llego la info, por Instagram no fue seguro, pero me anoté en un curso de reinserción laboral en la Fundación Salvat. Creo que fue el primer lugar donde cuestioné mis creencias con respecto al trabajo, es decir, mi pensamiento crítico siempre fue un dolor de cabeza para quienes me rodeaban, desde chica cuestioné todo lo que pretendieran mostrarme como una verdad inamovible pero sí, habían conseguido hacerme creer, que el trabajo “seguro” era la única opción y cuando empecé a escuchar que había otras alternativas sabía que el Universo/Dios o lo que sea que ponga en orden las cosas, me había llevado hasta ahí por alguna razón. Me mostraron un mundo que hace tiempo venía cambiando, donde para evitar responsabilidades impositivas las empresas comenzaban a tercerizar los servicios y a grandes rasgos un panorama de lo que significa ser emprendedor trabajando en descubrir, lo que a uno le gusta, lo que se le da hacer bien y lo que el mundo necesita. Me fascinaba cada cosa que escuchaba, había encontrado la veta filosófica de un tema que nunca me había generado interés, porque supuestamente solo era una obligación de la vida adulta que servía para pagar las cuentas. Me consta que hay muchas personas que pudieron seguir sus inquietudes, pero en mi caso particular, no me dieron lugar para encontrarla, lo que me habían vendido, era que por ser mujer tenía que estudiar contabilidad y ser secretaria (y ahí las tenés a la del matriarcado…) solo Dios sabe lo que sufrí frente a las hojas de asientos y balances hasta que mandé todo a la mierda… Contrera… rebelde sin causa y cosas similares escuché durante muchos años, culpándome por una decisión que me trajo consecuencias hasta los 38 años que logré terminar el secundario… y me lo creí, pero la verdad es que yo no era difícil, lucharon contra mi naturaleza y por cierto… la hicieron más fuerte. Y acá hace falta hacer un paréntesis, porque en un renglón solo le das de comer a quienes en un principio me dijeron que rendir libre era imposible y son los mismos que al final te dicen, viste que podías! Seguido de tomaste tu tiempo… y la verdad es que el problema no es estudiar sola, no hay mayor aprendizaje que leer un texto sin que alguien te diga cómo interpretarlo. Pero no es fácil leer las leyes de Mendel empujando con un pie un cochecito y con el otro pibe colgado de la espalda… y guarda con quejarte, que los pibes los quisiste tener vos y si quiero joderte a último momento antes de rendir el examen, no te los cuido y no rendís… y lo han hecho más de una vez. Y de seguro que los pibes los quise tener yo, pero deberían haberse acordado de eso, también cuando me decían como criarlos. De alguna forma he tenido las dos voces siempre presentes, las que decían que estudiar era un capricho y las que juzgaban mi voluntad y ponían en mí toda la responsabilidad de no hacerlo. En esto y en todo lo demás. Por supuesto que esta es mi experiencia, no creo que toda la gente sea así, pero por esta experiencia es de entender que elija el silencio y escuchar solo mi voz, alejarme de la multitud y restringir mi círculo social lo más que me sea posible. Si de algo estoy segura es que no estoy enferma, como incluso muchas veces yo puedo hacer chistes al respecto, el lugar de víctima en la sociedad lo dejé hace mucho tiempo. No podría estar más sana.
La vida es una metáfora y el guión es perfecto, solo hay que descifrar el código de su lenguaje y fluir con él. Me llevó 20 años descifrar ese código entre que entendí que la vida era una metáfora y que incluso cuando la vida parece un caos, esconde un orden perfecto y cuanto más afinado tenes el oído del alma, más fácil resulta entender que todo el tiempo, la vida te está guiando. Sí, siempre me gustó más observar, que participar, tratar de entender de qué va la vida, los misterios, el significado… no te dan títulos ni medallas por eso, ni hay líneas de puntos para llenar sobre esto en las búsquedas laborales. Para quienes vivir es sinónimo de producir y tener, es como un no hacer nada, pero me acostumbre a oír eso, en definitiva conocerse a uno mismo y sanar las heridas solo te sirve para sentirte completa y feliz… y quien quiere eso?
Supongo que no soy la única que escuchó las preguntas como vas a vivir de eso o como te ganas la vida? sobreentendiendo que vivir es generar dinero? Y naturalizando el hecho de que vivir es producir, no es respirar, ni que te lata el corazón… cierto es que la última cuota te la cobran cuando te morís, porque ni eso es gratis, pero vincular el significado de la vida con el dinero no es algo casual. No sería tan descabellado pensar, que por aquellas épocas de la revolución industrial, donde el salario lo determinaba el mínimo que necesitaba el obrero para sobrevivir y poder volver a trabajar al día siguiente tuviera algo que ver con el origen de un concepto que de alguna forma colaboramos para que se siga reproduciendo en el tiempo.
y supongo que para cada quien, la vida tiene el valor que cada uno pretende darle… El problema no es el sentido que cada uno le pone. En esta fiesta de disfraces que es la vida hay que tener los huevos y la honestidad para asumir que de verdad, el solo hecho de que te paguen por hacer algo termina como la película caballos salvajes:
“¡¡¡La puta que vale la pena estar vivo!!!” (No la vi, pero siempre que lo intenté me desperté en esa parte) y cabe aclarar, porque hay que hacerlo… que no estoy en contra del dinero, ni de la productividad, mucho menos de lo último de lo cual me asumo como adicta.
Imagino que las personas que definen la vida por lo que guardan bajo el colchón, tienen un orgasmo cada vez que entran a su cuenta y ven su sueldo depositado, lo triste es cuando empezás a debitar las facturas y te das cuenta que no vas a volver a tener sexo hasta el mes que viene y esa sensación de realización se desvanece…
To be continue… Capitulo II todos somos anti sistema
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